lunes, 22 de diciembre de 2014

M.

Amamos el dolor porque el amor siempre duele.

Siempre duele porque no sabemos amar.





Como se aprende a no querer rizos negros en la almohada cada mañana, ni piel, ni música ,ni besos con café, ni sonrisas de medio lado,  ni tu culo.
Sobretodo eso.