sábado, 29 de diciembre de 2012

Silencio mental.

¿Crees de verdad que no lo sabía? ¿Crees por un instante que no estaba en mi cabeza?
Sabía que te irías
Sabía que después de la puerta ya no hay nada.
Siéntate, coge esa copa de vino medio empezada y marcada con mi pintalabios rojo rubí.
¿que quieres?
No, pregúntate que quieres tú.

Vamos a jugar, déjate de tanto piropo, de tanto adorno, de tanto gato persigue ratón.
Sabes perfectamente porque he sonreído cuando me has dado una copa, sabes porque me reído una y otra vez de tus chistes sin gracia, sabes porque he asentido maravillada a tu enorme curriculum, no te hagas el tonto



Para que desperdiciar palabras bonitas que carecen de verdadero significado, cuando al despertarnos seguiremos siendo desconocidos unidos por la soledad.
Dáselas alguna muchacha que aun crea en ellas.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Claroscuro.

Los chistes ya no tienen tanta gracia ¿Verdad?
Vamos, sabes que por una vez  no estoy mintiendo.
Ten por seguro, que no es tan malo solo llevarse por el prohibido pecado (yo)
Aunque al desaparecer de tus sabanas ya solo se respire la ausencia enmarcada en tus ojos claros.
Sé que me echas de menos  y eso me provoca un extraño cosquilleo de superioridad, mezclada con risa irónica que sucumbe al eterno conflicto nuestro.
Solo hay una manera de ser , lo que de niños imaginábamos que sería lo que los adultos llamaban felicidad,  solo el instante que llegas al éxtasis a la vez que yo, eso que persigue el mundo mediocre y no alcanza por miedo a la hipotética soledad.
Porque la hipocresía está en todos tus actos, y el egoísmo le sigue,
           Porque si de verdad amas a alguien déjalo ir.



Y no canto victoria, ni gano pequeñas batallas , porque la guerra, mi guerra, aun no ha empezado.