martes, 12 de febrero de 2013

Tu segundo nombre lujuria.



Tu, yo, nosotros. Te encanta jugar, te encanta ganar. Comienza la partida, estas pegado a tan cerca que oigo tu respiración en mi nariz, tus labios casi rozan mi boca, pero ese casi hace que me vuelva loca, tus manos me recorren hábilmente todo mi cuerpo, te detienes justo el tiempo necesario en cada partícula de mi ser, que grita  con ganas el momento justo que la toques, que la beses, la muerdas, me doy cuenta de que aunque mi cuerpo gime desorbitadamente yo lo que quiero es tu boca, e intento besarte, te apartas, me sonríes, ¡Joder! tu juego se me olvidaba.

Y te miro y sonrío, me muerdes el labio hasta hacerlo sangrar, gimo, fina línea la del dolor y  placer. Quiero besarte, quiero acabar el juego, me da igual perder, pero tú te revuelves y me estampas mordiendo mi cuello sin dejar de explorar mi cuerpo con tus hábiles manos.
Todo ese desafío me hace enfurecer pero como no, me excita aun más.




Tiempo. Otra vez será.