Mil puñales he clavado y los que me quedan por clavar
Todos por la
espalda, a lo sucio, sin mirar atrás.
Sin arrepentimientos.
Oyendo crujir los
pedazos de tu fragilidad inminente.
Sin piedad, con
mirada fría como el hielo.
Siempre con la
mirada alta y sin misericordia en los ojos.
Mirando fijamente
cuando estoy a punto de clavar el último golpe. Crac.
El golpe final,
el golpe de gracia.
Y en esa mirada no
se apreciara, ni el rencor, ni los celos, ni la amargura que llevo dentro.
Ni
te darás cuenta del falso orgullo, ni de las mentiras mejor
prefabricadas de los últimos tiempos.
NI apreciaras, ni
una lágrima derramada, solo veras ganas de venganza, de querer ver tu
sufrimiento.
Que espero que me
llene, que por lo menos quite este vació que me derrumba y que no me
deja pensar.
Demasiados
besos innecesarios para taparlo.
Demasiadas drogas
para alejarme de la realidad.
Demasiadas
locuras innecesarias, o a lo mejor pocas para mi gusto insaciable.
Pero antes de que
desaparezcas, jodeme.
Jodeme hasta
las putas entrañas.
Saboreare tu
sangre después, ahora solo quiero tu cuerpo, y evadirme en el, mejor
perderme en el.
Quiero que me rompas,
que me quiebres en pedazos, que me aniquiles.
Ya me recompondré,
y si no, viviré con la herida abierta, maquillada por los años.
Quiero oír tus falsa
promesas, tus preciosas mentiras, tus últimas palabras.
Quiero tener entre
mis brazos ese único, maravilloso, ansiado y despreciable momento.
Dejar de pensar
por unos estúpidos instantes, que tapen esa voz de mi loca cabeza con mis
gemidos.
Con tus uñas clavadas
en mi piel.
Con tus besos y
lujuria en mis muslos.
Quiero ver el
pecado en tus ojos.
Quiero rozarlo con
la punta de mis dedos.
Sembrar el caos por donde pase tu cuerpo.
Tomar lo que es mio por la fuerza, para después dejarlo en lo mas escondido de mi subconsciente , haciéndole creer que no lo necesito, que por descontado yo soy mucho mas fuerte, mentira.
Así que antes de morir, jodeme , jodeme hasta las putas entrañas.