martes, 28 de agosto de 2012

123 melancolía

Las uñas clavadas en su espalda, sangrando , decían que parara.
su mirada lasciva, me decía que siguiera, y yo soportando su peso, quería más, siempre más.
¿cual era su nombre?, Se mezclo con el último trago, y con la velocidad extrema que iba su coche en dirección a su casa, y se perdió.
Ah, pero me acuerdo del número de su puerta, siempre me acuerdo de ese detalle, 123.
Su aroma es lo que me dijo que sí que podía acostarme con él, olía a melancolía.
me deje llevar, me deje amar, me deje impregnar de ese olor , hacía tiempo que lo buscaba, era el último perfume que me faltaba en mi colección.

Cuando llego a casa y lo coloco, sonrío, siempre necesito uno nuevo para cada día del año.