lunes, 10 de septiembre de 2012

Bye.

Menos mal que ya te has ido no podía más con tu presencia, me consumía como el cigarro que llevo en mano.

Eres como el último trago de cerveza caliente, como las ganas de fumar, la fase peor de la borrachera, eres como las cuatro gotas que te impiden salir un viernes noche, un suspenso en matemáticas, el beso de despedida,  el whisky rancio, el peor dolor de muelas, todas las picaduras de mosquitos juntas, eres la verdura, el pescado y las lentejas todo junto, eres una uña rota, eres la arena molesta de la playa, eres las ganas de poder volar y saber que jamas podrás  hacerlo.


Eres todo eso, pero como siempre, te echo de menos.



lunes, 3 de septiembre de 2012

habla, piensa.

-Nena, decídete, sabes que nadie te va tocar como yo.

Túmbate en mi cama, empieza la función, ahí somos iguales, bueno para que mentir, tú ganas , nena.
Dios, tienes los pies fríos, tranquila yo te caliento, te acaricio, te beso, te toco el pelo, te araño la espalda desnuda,  vamos nena, déjate llevar.
Que cuerpo, que vistas, te miro, me miras, sonríes. Pagaría por verte sonreír.
Silencio, solo quiero oír tu respiración entrecortada.

-Claro amor.
Tú no eres nadie, pero hoy lo seras todo.
te miro mientras gimo , te acaricio mientras quiero que sigas.
Mañana me iré por la ventana, y dejaré mis bragas en la puerta.
Recuerda, delira conmigo, piérdete en mis caderas, pasando por mis muslos, y deteniéndote en cada partícula de mi ser, haciéndome estremecer, para que algún día tomando el té con mis amigas, diga que eres uno de los mejores polvos que he tenido, si cariño, acabarás siendo una conversación de té, que no durara mas de 10 minutos, pero que 10 minutos...


Como te mueves, como suspiras -¿De donde has salido mujer?, no he conocido a nadie como tú, pero tranquila mujer, que dejaré la ventana abierta para que te marches, y con tus bragas , las echaré a lavar, por si vuelves.


-De lo mas profundo.
He dejado de respirar, se me ha olvidado por un momento, tranquilo ya ha vuelto, tienes los ojos verdes, me gustan,- ¿como te llamabas?


-Sabes  mi nombre, no mientas, lo recordarás para siempre, sea como sea, lo sabes, deja de hacerte la dura, hace cinco minutos mientras me pedías más, no lo parecías tanto.


-Mentir yo?, no me hagas reír, aunque lleve tacones, un vestido que duele, labios rojos y mirada lasciva, no te asustes soy un ángel. -Nunca miento.


Entonces, te llamas como me dijiste, el número que me diste era verdadero, y es cierto que -me llamarás?

Lo siento, una buena mentirosa siempre te dirá lo que quieres escuchar, -claro que te llamaré.





Ahora, como todo, otro punto de vista, solo lee las palabras en negrita.