domingo, 13 de abril de 2014

La Puta y el Borracho.

Siempre a un pecado de distancia, al menos les gustaba variar, no siempre elegían el mismo, y a veces incluso tan egoístas que no sólo bastaba con uno.
Adicción en estado puro. 

La Puta siempre bebía más de la cuenta, y el Borracho enamorado de besos pagados. Después ella vomitaría su nombre, y él se limpiaría su rabia a lametazos.

Él le escribía retazos de su demencia interna en las solapas de la cerveza caliente y agria, uno por cada beso que no le daba, culpandole de que la cura y la herida no podía ser la misma persona, que pecado y armonía no cabía en la misma frase. Que no esperaba que nadie tuviera la llave de su turbulenta manera de sentir, pero tampoco que alguien se atreviera a entrar rompiendo el filo de los barrotes.

Ella para devolver las balas que le disparaba, sabiendo que la copa que sostenía tenía más entereza que ella misma, sólo besaba con carmín rojo cada solapa, demostrándole que tenía besos infinitos.

Que ella quería curar, y él convertirla en loca. Mejor loca suya que Puta de todos.

Y cada noche el mismo juego infernal, que sucumbía en el odio más por tenerla que por no hacerlo. Sabiendo que al día siguiente cuando amaneciera, Él dejaría de ser un Borracho y La Puta se pondría a estudiar.

Pero que cada sábado se volverían a encontrar en el mismo bar, con la misma manera y ganas de arder entre suspiros, rogándose por fuera que cambiarían, y deseando por dentro que todo permaneciera intacto.

 Adicción en estado puro. La demencia de uno, era la satisfacción del otro.

Al final consiguió convertirla en loca, en loca suya. Ya no necesitaba beber más. Al igual que tampoco la necesitaba a ella. 


 

martes, 8 de abril de 2014

No son ganas, son bestias.

Antes los monstruos estaban debajo de la cama, ahora entre las sabanas.
Pero que yo ya le dije a mi madre cuando era pequeña que eso no era justo.


Romper tu foto no significa romperte a ti.
Aunque rompa tu taza de café favorita el aroma permanece en toda la puta cocina.
Y ver muchos culos, no dice que deje de pensar en el tuyo.

Vuélveme a recordar como era ella, no la recuerdo. 

lunes, 7 de abril de 2014

Firmemente creo en ti y en sus vicios.

Ya frené tus incansables ganas de tirarme al suelo para mirarme desde arriba, y omití esa sugerencia en tu boca viperina de asomarme al vacío,
que no digo que sea imprudente, sino estúpido.

Ya cambié la forma de disparar tequieros en forma de balas besadas, y aprender a regalarlas con un guiño de ojo.
Ya analicé bastante mis hazañas en bares que no olían a ti, ni a nadie que quiera recordar
sólo para decir que una vez te tuve en mi cama.

Que sí, que lo sé,  que una musa es una musa, y es difícil decirle que no, lo sé, yo soy presa de una.
 que lo difícil no es cambiar, sino estar en sintonia y a ser posible pudiendo elegir en mi caso melodía.


Cállate, he sabido perdonarTE,  ya llegará el me con el tiempo, que por una vez no tengo prisa
que ya corrí suficiente, para huir de ti, pero menos que de misma

                   
                       

Y fíjate, algo que no sabía, por la  noche sonreír después de un orgasmo y que se quede por el día.