domingo, 22 de junio de 2014

Famosas mitades.

Tengo el miedo anclado en la segunda costilla empezando por tu almohada sin mi pelo.
O si paso a la tercera,
la mía sin tu risa de buenos días.
Me grita muy fuerte,
no tan alto como tus gemidos pero casi.
Me mira juzgando, riéndose, creyendose mejor que yo, el jodido poder.
Un yo dividido, en dos mitades yuxtapuestas luchando entre si. Miedo a perderte, miedo a tenerte. 
Se ríen la una de la otra, discutiendo por las famosas mentiras conocidas de nunca y siempre.


Y de repente te miran las dos, pasa poco, muy poco. Casi siempre cuando duermes, cuando no sabes que te miro, y se quedan en armonía, en la misma puta melodía, diciendo que a lo mejor por un instante es posible la utopía de quererte sin miedo.